En Biogerontología y en Medicina se admite que los ayunos suficientemente largos como para generar autofagia son una poderosa herramienta regenerativa. Para entender cabalmente esta técnica de modo cuantitativo, nuestro laboratorio de investigaciòn realizó multiples experimentos en modelos animales, así como importantes experiencias en nuestra propia especie, empezando por nosotros mismos (autoexperimentación). Los resultados han sido en verdad formidables. La más probable explicación es esta:
Bajar la tasa metabólica basal (o mas exactamente, el gasto calórico total) por medio de la restricción calórica parece ser la única manera realista de prolongar la existencia. En efecto, en Biogerontología consideramos que la longevidad máxima y el gasto calórico total son inversamente proporcionales. Desde la perspectiva de la intensidad de la existencia (rate-of-living), cuya analogía podría ser el kilometraje de un auto recién comprado, el ayuno total o ayuno profundo ahorra “kilómetros” de vida, ya que hace descender el metabolismo, a la vez que repara internamente las organelas celulares y el ADN mismo. No es infrecuente por ejemplo que el tiempo de apnea -la capacidad de permanecer aguantando la respiración- se incremente de modo notable, aunque pasajero, durante los ayunos prolongados. La causa inicial de ello es un ajuste de la tasa metabólica basal, una disminución compensatoria de la intensidad funcional (y en consecuencia, del gasto calórico) para no dilapidar energías durante la total inanición.
Fig.1 Septiembre del 2014, al término del ayuno de 21 días (peso final, 83 Kg). El último entrenamiento fuerte (sesión de Luta Livre) fue al tercer día del ayuno. Luego, apenas ejercicios isométricos breves, caminatas ligeras y mucha respiración. Los casi catorce kilogramos perdidos durante el ayuno no fueron solo de grasa, también se produjo una disolución de la biomasa visceral y muscular deteriorada. Sensaciones, estado de ánimo y productividad: excelentes. Para quien no está enfermo de ninguna patología seria, no solo no hay que dejar de hacer trabajos físicos ligeros durante los ayunos sino que es muy probable que el trabajo físico normal sea una condición necesaria para el éxito de la hambruna terapéutica.
Fig.2 Restricción calórica en los primates. La clave de esta estrategia reside en bajar el gasto calórico total, al tiempo que se garantiza un aporte alto de micronutrientes. Varias drogas farmacéuticas (como la metformina o la rapamicina) y análogos vitamìnicos (niacina, resveratrol, MNM) intentan
En la década del 2000, como parte de nuestro programa regenerativo, algunas semanas practicábamos un ayuno semanal de 36 horas en el cual tomamos solo agua o té verde claro. Aunque aún no estaba de moda, una vez por año, practicábamos un ayuno más largo con el propósito de impactar más profundamente en los mecanismos de regeneración. Según creció nuestra experiencia y apareció nueva evidencia científica publicada, fuimos gravitando hacia formas más profundas, pero menos frecuentes, de la restricción calórica que llamamos ayuno profundo. Es difícil siquiera describir, a quien no lo ha experimentado, la sensación de ligereza y euforia que se siente durante el ayuno. La puesta en práctica es muy sencilla y solo hay que cuidar de limpiar los intestinos con la técnica de lavativas explicada en el libro, dado que la suspensión de la alimentación detiene totalmente la peristalsis intestinal al cuarto día. Esto condujo a mi primer ayuno largo (de 21 días continuos, solo con agua) realizado en 2014, en las condiciones controladas de mi propio laboratorio, bajo la atenta observación de mis propios médicos y bioquímicos. Hacia la mitad del ayuno, día 14, la cetonemia se acomodó en un rango en torno 4 mM/L (± 2), y la glucemia en torno a los 70 mg/dL (en tres ocasiones, los trabajos físicos bruscos (como correr una cuadra para refugiarme del granizo) levantaron agudamente la glucemia –pero no la cetonemia- durante unos minutos, alterando la continuidad visual de la curva). El peso corporal descendió, en promedio, unos 600 gr diarios.
Fig.3 En un canal televisivo de Sudamérica, ya dos semanas dentro del ayuno de 21 días (peso inicial 97 Kg, peso final 83 Kg).
Todas las actividades normales de la vida diaria pueden -y deben- continuar tranquilamente durante los ayunos. Pasado el tercer día, es imperativo comenzar a limpiar el intestino con el sistema de lavativas intestinales progresivas. Recuerda, cada sesión consta de 3 enemas de 250, 500 y 750 cc cada uno, por ejemplo, debiéndose aliviar el intestino entre uno y otro. Si es necesario, puede hacerse una cuarta lavativa de 1000 cc. En este ayuno en particular se realizaron lavativas en las jornadas 4, 9 y 16 del tratamiento. Los baños diarios no deben ser fríos, ni demasiado calientes tampoco. El calendario de trabajo durante aquel ayuno (mi primera experiencia realmente larga) fue igual que de costumbre, con la excepción de la entrevista televisiva. Bebidas: solo agua y té verde en hebras.
Fig.4 Curvas abreviadas de un ayuno prolongado (21 días) en 2014. Si bien tomamos muchas mediciones cada jornada, las curvas de glucosa sanguínea (GLU), cuerpos cetónicos (KETO) y peso corporal fueron representadas con el promedio diario de los datos. Hacia la mitad del ayuno, día 14, la cetonemia se acomodó en un rango en torno 4 mM/L (± 2), y la glucemia en torno a los 70 mg/dL (en tres ocasiones, los ejercicios bruscos levantaron agudamente la glucemia –pero no la cetonemia- durante unos minutos, alterando la continuidad visual de la curva). El peso corporal descendió, en promedio, unos 600 gr diarios.
¿Puede aplicarse a los humanos la regla de la intensidad de la existencia? La teoría del ritmo de vida postulaba inicialmente que cuanto más rápido es el metabolismo de un organismo, más corta es su esperanza de vida. Descrita por el formidable fisiólogo Max Rubner en 1908, la teoría se basaba en su observación de que los animales más pequeños tenían metabolismos más rápidos y vidas más cortas que los animales más grandes con metabolismos más lentos. Esta hipótesis ganó aun más credibilidad gracias a los experimentos de Raymond Pearl con moscas drosófilas y semillas de melón, que apoyaban la observación de Rubner. Su libro The Rate of Living, en 1928, describió con más profundidad la teoría y demostraba una relación causal entre la ralentización del metabolismo y el aumento de la esperanza de vida.
Fig.5 Tras incontables experimentos en diversos modelos animales, está claro que la restricción (CR) calórica severa reduce infinidad de marcadores biológicos dañinos y prolonga la existencia.
La teoría adquirió mayor credibilidad aún con el descubrimiento de la ley de Kleiber o ley de los 3/4 en 1932. Max Kleiber descubrió que la tasa metabólica basal de un organismo podía predecirse tomando 3/4 de la potencia del peso corporal del organismo. En otras palabras, la tasa metabólica de las diferentes especies de organismos crece de manera sub-lineal en relación a su masa. Por supuesto, ningún animal practicaría voluntariamente el ayuno o restricción calórica severa, sino que por el contrario, tienden instintivamente a comer todo lo que pueden, intentando acumular una reserva energética par tiempos de carestía. En apoyo a estas observaciones, la poderosa teoría de los radicales libres o especies reactivas del oxígeno como factores centrales de la enfermedad y el envejecimiento aportó pruebas experimentales para una explicación mecanística de la hipótesis de la "intensidad de la existencia". Propuesta por Denham Harman en 1950, esta teoría afirmaba que los organismos envejecen con el tiempo debido a la acumulación de daños causados por los radicales libres (H2O2, O*, OH-) en el cuerpo. De gran relevancia para esta discusión, la investigaciòn demostró que los proceos de combustión metabólica, en concreto la respiración mitocondrial, son grandes generadores de radicales libres o especies reactivas del oxígeno. Esta evidencia se cita como prueba mecanística de las observaciones iniciales de Rubner sobre la correlaciòn inversa entre la longevidad y el gasto calórico.
Fig.5 El delicado tejido de la retina (fotografíado aquí con una técnica especial) es uno de los tejidos sensibles más claramente afectados por los radicales libres del oxígeno.
Crítica contemporánea: Los estudios que relacionan una menor tasa metabólica basal (expresada en una menor frecuencia cardíaca basal) con una mayor longevidad han reforzado la teoría de Rubner, que explicaría por qué animales notoriamente lentos como los galápagos (Chelonoides nigra) pueden vivir hasta de 150 años. Sucede sin embargo, que la relación entre la tasa metabólica basal y el gasto energético diario total puede variar de 1,500% a 8,000% de una especie a otra (de seguro entre los mamíferos). Los animales también varían en el grado de acoplamiento entre la fosforilación oxidativa y la producción de ATP, la cantidad de grasa saturada en las membranas mitocondriales, la cantidad de reparación del ADN y muchos otros factores que afectan a la duración máxima de la vida[9]. Además, varias especies con una alta tasa metabólica, como ciertos murciélagos y las cotorras, son longevas. Un análisis de 2007 informó que, cuando se emplean métodos estadísticos modernos para corregir los efectos del tamaño corporal y la filogenia, la tasa metabólica basal no se correlaciona establemente con la longevidad en mamíferos o aves.
Ernesto Prieto Gratacós
Laboratorio de Ingeniería Biológica
Hola Dr. quiero agradecer mucho por el gran trabajo, y compartir esta información con el mundo, que tiene tanta desinformación al respecto del metabolismo, el sobrepeso, la alimentación con procesados en general, los suplementos, el número de comidas que debemos tener para estar sanos, en fin una larga lista de preconceptos, la gran mayoría de ellos errados, y mantenidos como reales por la simple creencia popular que avalan personas que están en el mundo del fitness, pero no de la investigación científica. Soy mujer de 39 años, tengo casi dos años luchando con el sobrepeso, inicie pesando 105,1 kilos y luego de muchos intentos, diferentes profesionales de la nutrición, muchas dietas, y ejercicio, bajé 10 kilos, pero ahí me estancaba,…
Buena tarde gusto saludarlo por favor me ayuda donde acudir para el tratamiento de fibromialgia soy de Bogota Colombia
Tengo 67 años, varón ,170kg, como empiezo a ayunar, le agradezco su consejo.
La limpieza intestinal que recomienda es lo mismo que la limpieza colonica?
Con todo respeto o estabas gordo o tenías algún tipo de diabetes porque yo solamente hice un ayuno de 48 horas finalizando en la noche mi glicemia tanto por encima del promedio que es lo que hace la farma como por medidores correctos tener una glicemia en la primera de 72 y de 60( dos dispositivos diferentes) así que veo que tienes muchas cosas buenas pero otras son basadas en tu experiencia personal y individualidad biológica que aplicas no se ve reflejada en este artículo