La fuerza del agarre se ha considerado un indicador muy útil en la evaluación del estado general de la musculatura y la fuerza, las que a su vez se correlacionan con la salud y el metabolismo del individuo. Es así que la fuerza muscular tiene valor como herramienta clínica y de pronóstico de longevidad, especialmente en adultos maduros (1-3). En un estudio de hombres saludables de entre 45 y 68 años de edad, la fuerza del agarre fue un poderoso predictor de limitaciones funcionales e invalidez en los 25 años subsiguientes (4). Cultivar y preservar la fuerza muscular en la mitad de la vida provee un margen de seguridad por sobre el umbral de la invalidez física pasados los sesenta. Lamentablemente, investigaciones recientes muestran una importante y sostenida declinación de la fuerza prensil, en especial entre la generación de los millennials, con una pérdida de casi 21% en relación a la generación nacida en la década del 1980 (5).
Con el interés de evaluar la fuerza del agarre (grip strength) y la potencia relativa en la población masculina, como indicador genérico del estatus físico, evaluamos a 253 varones con edades de entre 15 y 70 años. Una estimación del Indice de Masa Corporal (IMC) y la Potencia Relativa (PR), derivada de los datos ofrecidos por los voluntarios, se agregó al análisis. El valor de estas observaciones estriba en poder objetivar, cuantitativamente, el grado de deterioro generacional en el perfil de fuerza de los varones adultos contemporáneos, en comparación con iguales parámetros evaluados en generaciones anteriores.
Las mediciones fueron hechas en varones voluntarios, sin parentesco entre sí, abordados al azar en la vía pública. El instrumento empleado fue un dinamómetro digital EH101 (KYTO), con una discriminación de 100g y un grado de incertidumbre o margen de error +- 1.2 kg. Las personas con enfermedades y/o dificultades físicas evidentes no fueron evaluadas, ni fueron incluidos los datos de quienes declararon estar bajo tratamiento por alguna enfermedad importante.
La fuerza prensil registrada en la mano dominante de los varones de 15 a 30 años arrojó un rango de entre 29.3kg y 58.4kg (x=39.8); la de los varones de 31 a 50 años, estuvo entre 40.3kg y 60.2kg (x=45.1); mientras que la fuerza grupo de entre 51 y 70 años registró un rango de entre 32.3kg y 42.7kg (x=42.6). Los promedios de fuerza prensil o presión del agarre en la mano dominante para los tres grupos etáreos -39.8kg, 45.1kg y 42.6kg respectivamente- son menores que los valores reportados en estudios sobre generaciones anteriores. También fue evaluada la Potencia Relativa o PR, es decir, la proporción entre la fuerza y el peso de un sujeto. Por ejemplo, un individuo que genera en su agarre una fuerza prensil de 58kg y tiene un peso corporal de 75 kilogramos, tiene una PR de 0.77 (58 dividido 75). La potencia relativa registrada, fue en promedio inferior a la de reportes generacionales anteriores (6-8).
Una observación hecha por los entrevistadores, y que probablemente sea relevante, es el hecho de que aproximadamente dos tercios (⅔) de los numerosos sujetos que se negaron a participar del testeo voluntario -por desconfianza, vergüenza o desinterés- lucían claramente fuera de forma física, cuando no francamente débiles en comparación a la media de los varones evaluados. Es probable que dicha auto-eliminación haya introducido un ligero sesgo en la muestra (mejorando los valores de fuerza) dado que, de haberlos testeado compulsoriamente, sus mediciones hubieran deprimido el valor promedio, tanto en general como de su grupo etáreo. Por las características del test, que constituye una especie de desafío físico realizado en público, es lógico que muchos de los transeúntes voluntarios que sí accedieron a realizar la prueba tengan un carácter más decidido y competitivo (signos tradicionalmente asociados a una dominancia de la testosterona y la dopamina).
En nuestra opinión, la población masculina debe incorporar ejercicios de fuerza y potencia a su programa de salud, así como reducir drásticamente los carbohidratos refinados de su dieta. La obesidad, la diabetes tipo 2 y el sedentarismo son responsables de gran parte del progresivo y acelerado incremento de las patologías degenerativas en la sociedad urbana contemporánea.
Ernesto Prieto Gratacós
Laboratorio de Ingeniería Biológica
Referencias:
Muscle strength: clinical and prognostic value of hand-grip dynamometry. Bohannon RW. Curr Opin Clin Nutr Metab Care. 2015
Grip strength measurement: Significance and boundaries. P Hahn, C Spies, F Unglaub, M Mühldorfer-Fodor
Reference values of hand-grip dynamometry and the relationship between low strength and mortality in older Chileans. Lera L, Albala C, Leyton B, Márquez C, Angel B, Saguez R, Sánchez H. Clin Interv Aging. 2018
Midlife Hand Grip Strength as a Predictor of Old Age Disability. Taina Rantanen, PhD; Jack M. Guralnik, MD, PhD; Dan Foley, MSc; et al. JAMA, 1999.
Comparative study of millennials' (age 20-34 years) grip and lateral pinch with the norms. Elizabeth Fain, Cara Weatherford Journal of Hand Therapy, 2016.
Benefits gained, benefits lost: comparing baby boomers to other generations in a longitudinal cohort study of self-rated health. Badley EM1, Canizares M, Perruccio AV, Hogg-Johnson S, Gignac MA. Journal Milbank Quarterly, 2015.
Immigration and Generational Trends in Body Mass Index and Obesity in the United States: Results of the National Latino and Asian American Survey, 2002–2003. Lisa M. Bates Am J Public Health, 2008
Measures of the Intergenerational Transmission of Body Mass Index Between Mothers and Their Children in the United States, 1981 – 2004. Timothy J. Classena. Econ Hum Biol, 2011.
gracias!
Hola Ernesto, gracias por tus aportes.
Consulta. Me interesa leer la investigación completa, ¿existe la posibilidad de solicitártela?
Saludos!